viernes, 10 de agosto de 2012

El ocaso del sol naciente


Laura Izquierdo | Katayama, Kobayasi, Abe, Kato... En el mundial de motociclismo ya no se oyen estos nombres. ¿Por qué? Llama la atención que en un mundial como el de motociclismo, donde dominan los fabricantes japoneses, los pilotos nipones brillen por su ausencia. ¿Qué les ha llevado a desaparecer? Resulta extraño que Japón, líder en fabricar motos invencibles, no consiga tener un campeón del mundo nipón.

El comienzo de una aventura.

Los primeros pilotos japoneses desembarcaron en el mundial a finales de los años cincuenta, de la mano de Soichiro Honda, en el Tourist Trophy de la Isla de Man. A partir de entonces, hubo un goteo constante de pilotos japoneses en el mundial, incluso alguno llegó a destacar, como Kunimitso Takahasi, que llegó a ganar una carrera de 250c.c en el circuito de Hockenheim (Alemania), encima de una Honda, el 14 de mayo de 1961. Desde entonces, empieza a ser frecuente ver a los japoneses en los primeros puestos, en las categorías de 125 y 250.

El futuro de los pilotos japoneses siempre ha estado ligado al porvenir de Honda. En 1968 se retiraron del mundial por un cambio de reglamento, y les siguieron Suzuki y Yamaha. Ya en los años 70, con la vuelta de Yamaha, empezaron a despuntar nombres como los de Ideo Kanaya, que logra ganar una carrera de 250 con la marca de los diapasones, o Takazuma Katayama, primer campeón nipón del mundo en la categoría de 350c.c. también con Yamaha. Un piloto temido y odiado por los demás, incluso Agostini llegó a decir de él que estaba loco, por su agresividad en la pista. Como curiosidad: antes de piloto, fue cantante de rock y amenizaba las noches en el paddock con su guitarra.

En la época moderna, y con la vuelta de Honda al mundial en los años ochenta, los pilotos japoneses volvieron por sus fueros como hicieron por primera vez en la década de los cincuenta y afianzaron su éxito en la década de los noventa.

Abrió camino Noboru Ueda, que fue el gran rival de Emilio Alzamora para alzarse con el título mundial de 125c.c en 1999. En esa década comenzó el desembarco casi masivo de los japoneses en el mundial, con Wakai, Sakata, Aoki, Azuma y muchos más. En 1993, Yamaha lleva al mundial de 250 su nueva moto, la TZM, y con ella viene Tetsuya Harada, que gana el mundial de su categoría ese mismo año, tras un grave error de Capirossi en el circuito del Jarama. Era el primer año que corría todos los grandes premios, pues aunque debutó en 1990, solo había participado como wild card (piloto invitado) en el GP de su país. Su pilotaje era diferente al del resto de japoneses. Usaba más el cerebro que el corazón.

Tambíén 1993 tiene su lado oscuro: Noboyuki Wakai muere en el circuito de Jerez, al arrollar a un espectador que cruzaba la zona de boxes sin mirar. Corría en la categoría de 250c.c. con Suzuki. El primero de los accidentes mortales que han sufrido los pilotos nipones. 

Ya a finales de los noventa, nos empezaron a sonar los nombres de Aoki, Okada, Nakano, Haga... Pero había dos muy especiales: Norifumi Abe y Daijiro Kato.

Serán leyenda.

Norifumi ¨Norick¨ Abe fue un piloto muy especial. Recién llegado de EEUU, del rancho de los Roberts donde había estado entrenando, debutó en el mundial en 1994, en Suzuka, plantando cara sin ningún miedo a los mismísimos Schwantz y Doohan, teniendo la mala suerte de caerse a falta de tres vueltas cuando lideraba la carrera. “Pilotaba como un loco”, decía Valentino Rossi, “como si fuese la última carrera de su vida...” ¡Y era la primera! Pero por distintas circunstancias, nunca llegó a ganar un mundial.

En 2007, ya retirado del mundial, la mala suerte se cruzó en su vida en forma de accidente de tráfico. Volvía a su casa después de disputar una carrera del campeonato de velocidad de su país, cuando un camión hizo una maniobra prohibida, ocupó su carril, y se lo llevó por delante. Murió en el hospital con 32 años.

Daijiro Kato está considerado como el mejor piloto japonés de todos los tiempos. Era la gran esperanza nipona, el ídolo que los japoneses esperaban. Fue campeón de 250c.c. en 2001, y mejor debutante en la categoría reina en 2002. Pero su brillante carrera se truncó el 20 de abril de 2003, cuando se estrelló contra un muro en el circuito de Suzuka. Murió días después en el hospital. A raíz de su accidente, este circuito fue sustituido por el de Motegi para correr el Gran Premio de Japón.

Los últimos en destacar fueron Yuki Takahasi, e Hiroshi Aoyama. Takahasi es un piloto incansable. En 2001 debutó en la categoría de 125c.c. y en 2002 dio el salto a 250c.c. Allí estuvo hasta 2008, siempre encima de una Honda, y en 2009 probó suerte en la categoría reina. No tuvo mucha fortuna, y al año siguiente volvió a Moto2. 

Hiroshi Aoyama fue el último campeón de la desaparecida categoría de 250c.c. Se proclamó ganador en el año 2009, en el circuito de Cheste, jugándose el mundial con el desaparecido Marco Simoncelli.

El último de la estirpe fue Shoya Tomizawa, desaparecido también en trágicas circunstancias. Falleció en el circuito de Misano, cuando disputaba la carrera de Moto2. Cayó en la vuelta 12, con tan mala fortuna que Alex de Angelis y Scot Redding le pasaron por encima. Solo tenía 19 años. Pasará a la historia por ser el primer ganador de la categoría de Moto2, en el circuito de Qatar. Siempre reservaba en su mono un sitio para el mítico número 74 de Daijiro Kato.

¿Volverán los samuráis?

Después de Shoya, ninguno más ha logrado destacar. Posiblemente por el escaso nivel de su campeonato nacional de velocidad, repleto de pilotos veteranos, que, aún siendo invitados como wild cars en el GP de su país, pasan con más pena que gloria. O simplemente se ha acabado un ciclo.

Todos los que disfrutamos de las carreras de motos sentimos que nos falta algo: nos faltan esos pilotos venidos del país del sol naciente, pilotos valientes, incansables, con sus colores chillones y sus sonrisas perennes. Pilotos que nos hagan ver de nuevo a Abe, Kato o Tomizawa. Ojalá volvamos a ver pronto a los samuráis deleitándonos con sus grandes carreras.

Laura Izquierdo

Imagen 1: Daijiro Katoh y Tetsuya Harada en Mugello. (Motocorse.com)
Imagen 2: Takazumi Katayama con Honda. (Dariobonazza.com)
Imagen 3: Norifumi Abe con el d'Antin Team (mitrasites.com)
Imagen 4: Tetsuya Harada hace un caballito en Suzuka 2002. (Motocorse.com)

1 comentario:

  1. Gran reportaje. Muy completo e interesante. ¡Enhorabuena!

    Rebeca
    @keka180

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